Quan ens preguntem que fem en determinades situacions, possiblement el que hem de buscar es la nostra resposta interior.
Us deixo el text copiat directament del web.
Testimonio IMPRESIONANTE de EUSKADIextrem
Nos ha llegado este testimonio de un participante y compañero vuestro, que nos ha permitido compartirlo con todos vosotros. ZORIONAK JAVIER!!
Nos ha llegado este testimonio de un participante y compañero vuestro, que nos ha permitido compartirlo con todos vosotros. ZORIONAK JAVIER!!
Una vez acabada la prueba, quería contaros mi historia personal. Porque se lo prometí a una de las simpáticas chicas del pasta party y, más que nada, para que confirméis lo importantes que sois para algunos de nosotros.
Este año cumplí los 40. Pesaba 103 kilos para 173 de estatura. Estaba francamente mal físicamente y asqueado por ello. Decidí cuidarme. Empecé con spinning 3 veces a la semana y a cuidar mucho la dieta. Bajé mucho pesó y con el buen tiempo me apeteció cambiar la bici estática por una de montaña. Me compré la bici a finales de junio y empecé a sacarla. Conocía la Extrem, pero ni me lo planteaba. Poco a poco me fui machacando y empecé a hacer 60 ó 70 km por salida. En agosto me veía fuerte, me crecí y fue entonces cuando me marqué acabar la Extrem. Y me lo propuse porque nadie de los que me rodeaban (salvo mi santa esposa) creía que la iba a poder terminar. Me machaqué cada día que el trabajo y la familia me lo permitían y bajé hasta los 74 kilos. Y así hasta la prueba.
El sábado salí de Vitoria convencido de que iba a llegar sin problemas, pero luego la realidad me partió la cara en los primeros repechos. Iba mucho más lento que el resto, traté de seguir y me desfondé. En el km 50 ya no soportaba más. No me daban ni las piernas ni el pecho y me di cuenta de que se me había ido la mano, que realmente aquello me quedaba muy grande. Pero me propuse seguir. La gente me veía exhausto en la cuneta y me animaba a continuar un poco más, aunque pronto me quedé el último. No levantaba la vista y solo pensaba en dar una pedalada más. Calambres en la pierna izquierda y me ardía la rodilla derecha. Para colmo, no estoy acostumbrado a los geles y a hidratarme correctamente y se me revolvió el estómago. Nauseas. Pasé el corte de las 17 horas raspado. Me costó un mundo seguir por el barrizal que me encontré después. Seguí con las motos escoba detrás durante muchos kilómetros. Tengo que dar especiales gracias a Gaby a su compañero motero por sus ánimos. No hubiera llegado si no es por el apoyo que me daba toda la organización. Por fin empezamos a bajar y me repuse un poco. Alcancé incluso a varios corredores y conseguí meterme en un grupito de otra gente de Vitoria que iban también muy mal, con tan mala suerte de que uno de ellos se cayó en el km 90 y se rompió bastante. Tiramos de él los últimos kilómetros porque él tampoco no quería abandonar ahí, mientras marcaba literalmente con sangre los últimos kilómetros del la vía verde de Beasain. En los últimos 5 kilómetros me despedí y les dejé atrás. Y lo hice porque veía ya el final y me empezaban a caer unos lagrimones como puños. Aún ahora mismo me emociono y se me saltan las lágrimas al recordarlo. Nunca pensé que podía llegar a pasarlo tan mal, a sufrir tanto, y también que fuera a sentirme tan realizado por no tirar la toalla. Y eso que se me pasaba por la cabeza hacerlo en cada repecho. Al final llegué. Antepenúltimo, con casi 10 horas encima de la bici. Me limpié las lágrimas y me costó horrores no volver a llorar como un niño cuando vi a mi mujer y mis hijas esperando desde hacía horas en la meta. Acabé destrozado, con pensamientos encontrados convencido de que me había enfrentado a algo que me superaba, para lo que no estaba preparado, pero que finalmente lo había logrado. Casi 10 horas de sufrimiento extremo, pero estaba en Beasain, lo había superado.
Tenía serias dudas de poder correr la del domingo. Todos me animabais a que sí, pero estaba muy castigado. Quería acabar el reto completo. Para bien o para mal, mi hija pequeña acabó con las dudas porque esa misma noche se tragó una horquilla de pelo y tuvimos que salir a toda leche a urgencias de Txagorritxu, en Vitoria. Pero esa es otra historia...
No volveré a correr una Extrem. De eso estoy seguro. Pero recordaré toda mi vida ésta. Por eso os doy a todos mi mayor y más sincero agradecimiento.
0 Javier García Santos.
Dorsal 248.
Finisher de la primera etapa de la Euskadi Extrem en la posición 255, en 9 horas 55 minutos.
Objectius i reptes. Això te mes valor que cualsevol resultat en la clasificació. Es mereix el seu reconeixament i l´admiració de tots.
ResponEliminaMira que voleu que us digui.
ResponEliminaSi jo em compro una BTT al mes de Juny i m'apunto a una Euskadi Extrem em direu si estas boig o que. Per mi els companys el van assessorar molt malament ja que per més que vulguis en dos mesos no en tens ni idea de portar una MTB, per tant si ho va passar malament, una altre vagada que messuri el que vol fer.
Es comença per baix i es va pujant, no des de dalt.
Està clar que ningú el va assessorar com tocava, i que això l'ha ficat en un repte massa gran.
EliminaDe ben segur que si el diumenge surt, queda mort al primer repetjó i un altre cop hages estat mal assessorat, de fet molts jutgen sense pensar-ho massa el patiment dels altres, de fet és més fàcil que patir un mateix.
Dit això, també cal tenir en compte que un repte és un repte, i que sempre s'ha de ser una mica ambiciós (en Javier es va passar) ja que si no no es millora ni es té cap motivació.
També és cert que el cos te uns límits que desconeixem i que moltes vegades ens pot més el cap que el físic. Cal mirar de tenir les coses clares al moment de iniciar un projecte, i encara més clares al moment de realitzar-lo tant per no passar-se com per no quedar-se curt.